Boras

Un blog con noticias relacionadas directamente con los Boras y las comunidades indígenas del Perú.

lunes, 23 de agosto de 2010

El presidente Alan García Pérez dijo hoy sentirse conmovido de que transcurrido un año no existan resultados todavía de las investigaciones judiciales

La Policía presentó fotos del mayor Bazán en manos de nativos antes de morir

Violencia. esta es otra de las imágenes presentadas por la Policía que evidencian que el mayor Bazán estuvo en manos de indígenas. (Mininter)Unas fotos mostradas por la Policía Nacional muestran al mayor Felipe Bazán, policía desaparecido tras los violentos hechos en Bagua, en manos de un grupo de nativos en el pasado 5 de junio.

En conferencia de prensa, el director general de la Policía, Miguel Hidalgo, mostró una imagen en la que aparecen siete indígenas armados con lanzas conduciendo a Bazán, quien aparece con múltiples golpes en el cuerpo y con la cara sangrando.

Hidalgo indicó que las imágenes las obtuvo la PNP en noviembre del año pasado tras un paciente trabajo de inteligencia en la zona.

El alto mando policial refirió que se han identificado tres personas que habrían participado en la muerte del oficial. Se trata de Asterio Pujupat Wachapea (34), Roberto Carlos Elena (46) y Sebastián Taijin Uwak.

Pujupat Wachapea -quien aparece al lado derecho de la foto con un polo con cuello rosa- fue capturado el pasado 29 de diciembre en la comunidad nativa de Nazaret, distrito de Imaza, provincia de Bagua (Amazonas). Pujupat reconoció la autoría del homicidio ante la la fiscal de la Primera Fiscalía Provincial de Utcubamba, Olga Bobadilla.

Hidalgo manifestó que Pujupat dijo voluntariamente que Elena y Taijin mataron a Bazán con sus lanzas pese a que el mayor les rogaba que los dejen vivir. Ambos se encuentran como no habidos

SIGUE LA BÚSQUEDA
Al respecto, el ministro del Interior, Octavio Salazar, señaló que harán los “esfuerzos necesarios” para dar con el paradero de Bazán, desaparecido en la Curva del Diablo.

Salazar declaró que las tomas fueron sacadas de un video , aparentemente del Vicariato de Jaén, donde se observa al policía golpeado y arrastrado por un grupo de nativos.

Hidalgo y Salazar agradecieron la colaboración del Ministerio Público.

Nativos quieren detener la extracción de petróleo en sus bosques

Algunos miembros de la tribu amazónica Achuar han viajado hasta Canadá para conversar con los empresarios de la petrolera Talisman Energy. Sus tierras se han visto explotadas desde la década de los 70 y al no ser escuchados por las autoridades locales han decidido actuar por su cuenta. Ahora son apoyados por la ONG estadounidense Amazon Watch.

Crimen en Moyobamba: tres nativos awajun muertos tras enfrentamientos con colonos

Tres nativos de la etnia awajun fueron asesinados en Morroyacu, provincia de Moyobamba, región San Martín. Las primeras versiones señalan que Marcelo Tempes (53) y sus dos hijos, de 25 y 16 años, respectivamente, fueron asesinados en su vivienda por desconocidos que portaban armas de fuego.

El ataque se habría producido el domingo y al día siguiente la viuda de Tempes habría identificado a uno de los asesinos, lo que provocó un enfrentamiento que habría terminado con el ajusticiamiento de tres colonos, aún no identificados.

La corresponsal de El Comercio, Merli Cotrina, precisó que aún no hay información oficial sobre el número de fallecidos y heridos, y agregó que habrían al menos siete personas secuestradas. “La Policía sigue en Morroyacu, que queda a 4 horas en carro de Tarapoto y de ahí a siete horas en bote”, indicó.

La Policía Nacional baraja dos hipótesis: enfrentamientos por la posesión de tierras para el cultivo o robo perpetrado por delincuentes comunes.

Dirigentes exigieron amnistía para nativos involucrados en Baguazo


Aunque la convocatoria hecha por la Organización Regional de los Pueblos de la Amazonía Norte (Orpian) no tuvo ayer la acogida esperada, se aguarda que hoy lleguen delegaciones de diversas comunidades a Bagua, específicamente a la Curva del Diablo. Aquí se desarrollarán las actividades en memoria de las víctimas de la violenta jornada del 5 de junio del 2009.

Sin embargo, las demandas comenzaron desde ayer. Tal como había sido anunciado, se llevó a cabo un foro en el que participaron, además de la Orpian y la Aidesep, la Confederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería (Conacami ), cuyos dirigentes provienen de la sierra de Piura principalmente.

En ese foro se hizo público un anteproyecto de ley (que ha sido enviado al Congreso) a favor de la amnistía a los dirigentes nativos y campesinos involucrados en los hechos del 5 de junio del 2009 y en otros conflictos socioambientales derivados de este.

Asimismo se leyeron memoriales en los que se rechaza la incursión de empresas en zonas de influencia de las comunidades nativas y campesinas.

A pesar del día tranquilo que se vivió ayer en Bagua, lo que sí alteró la calma fue la llegada —anunciada ya— del dirigente indígena Alberto Pizango . Lo primero que hizo al arribar a esta ciudad fue reunirse con Iván Gallegos, titular del Juzgado Penal Liquidador de Bagua, para conocer su situación legal en las muertes en la Curva del Diablo y en la Estación 6, casos en los que ha sido involucrado.

Posteriormente, y sin declarar a los periodistas, Pizango se dirigió a un local donde lo esperaban otros dirigentes y miembros de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep). Ni él ni sus allegados quisieron confirmar si él participaría en los actos conmemorativos previstos para hoy.

NOCHE DE RECUERDOS
Al cierre de esta edición, los integrantes de diversas organizaciones locales se dirigían a la Curva del Diablo. En ese lugar había sido acondicionado un estrado por el que desfilarían dirigentes y apus de las comunidades cercanas. También se tenía previsto realizar una vigilia.

Cervando Puerta, presidente de la Orpian, aseguró que, aunque varios líderes políticos han pedido participar en estas actividades, no se permitirá a ninguno de ellos realizar proselitismo.

Aunque la asistencia no era masiva, se espera que hoy lleguen grupos de nativos de la provincia de Condorcanqui. Pero ellos no estarán solos: en la misma curva había sido enviado un grupo de 20 policías y grupos similares se habían instalado en el peaje ubicado a 500 metros y en el desvío hacia Bagua.

“No tenemos orden de intervenir”, declaró uno de ellos a este Diario. “Por el momento solo evitaremos que la vía sea bloqueada”, agregó. También los policías pernoctaron en la tristemente célebre Curva del Diablo.

MENSAJE PRESIDENCIAL
Mientras tanto en Lima, el presidente de la República, Alan García Pérez , señaló que está conmovido porque tras un año de estos sucesos no hay resultados de las investigaciones judiciales ni sanciones para los responsables.

“No me cansaré de denunciar que lo que hubo en Bagua fue una masacre de policías”, dijo. “Me genera preocupación que se produjera un asesinato en frío de 24 policías que no hacían más que cumplir sus obligaciones legales”, agregó.

El mandatario señaló que no le preocupa que algunos sectores de la oposición pretendan convertir esto en un tema para hostilizar al gobierno. “Lo que me preocupa es qué será de esos niños que se quedaron sin sus padres por la alevosía sanguinaria de los que los victimaron”, dijo.

Por ello, adelantó que el día de mañana hará todo lo necesario por pensar en estas víctimas.

EN PUNTOS
Ayer se celebró en la sede limeña de la Dinoes, en Ate Vitarte, una misa para conmemorar el primer año del fallecimiento de los 24 policías en Bagua.

En la ceremonia se develó una placa recordatoria con los nombres de los agentes asesinados. Los familiares pidieron que se haga justicia y que se identifique a los responsables de estos hechos violentos.

En Bagua Grande se llevó a cabo una ceremonia de conmemoración de los fallecidos el 5 de junio del 2009.

Silvia Pérez, viuda del mayor PNP Felipe Bazán (quien todavía no ha sido hallado luego de los incidentes en la Curva del Diablo), recibió en Chiclayo un reconocimiento de las autoridades policiales locales.

Nativos machiguenga marchan hacia Quillabamba para sumarse a huelga en contra de la exportación de gas


Decenas de nativos machiguengas se encuentran movilizándose desde el bajo Urubamba hacia Quillabamba para sumarse a la huelga indefinida que los pobladores acatan desde hace una semana en rechazo a la exportación del gas de Camisea, informó la corresponsal de El Comercio, Roxabel Ramón.

Los nativos han denunciado que las tuberías de TGP para exportar el gas natural hacia la costa cruzarán por el Santuario Nacional Megantoni.

Los ánimos en Quillabamba se enardecen con el pasar de las horas mientras que el primer ministro, Javier Velásquez, ha reiterado que solo viajará a la zona si es que los huelguistas deponen las medidas de fuerza.

Narcos colombianos amenazan a nativos peruanos en el Putumayo


La alerta llegó el Viernes Santo: pobladores del caserío Mario Rivera (en la provincia de Ramón Castilla) denunciaron ante el comando de la Marina de Guerra en Iquitos que un narcotraficante colombiano, identificado como “Javier”, había incursionado en la zona para —alternando promesas con amenazas y chantajes— inducir a los campesinos del lado peruano a que cultivasen hoja de coca. Que él luego compraría toda la producción, les explicó. Que la procesaría en su país, les dijo. Que una vez convertida en cocaína la vendería a través de negociantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Que así funciona el negocio, les advirtió. Y que así seguirá funcionando, quieran o no. En las riberas del Putumayo elegir es un lujo.



Según información de Inteligencia de la Marina, “Javier” tendría a 120 hombres a su cargo. Como él, en los últimos años se han detectado a innumerables grupos dedicados no solo al tráfico de drogas.


La región del Putumayo es, en fin, el imperio de la ilegalidad a gran escala. “Aquí tenemos narcotráfico, contrabando de combustible, narcoterrorismo, tráfico de madera, minería informal, etc…”, comenta el vicealmirante Carlos Tejada, jefe de la Comandancia General de Operaciones de la Amazonía de la Marina de Guerra del Perú .


Lo paradójico es que uno de los pueblos más desarrollados de la ribera del Putumayo suele ser utilizado como punto de descanso o abastecimiento de los traficantes, contrabandistas y hasta subversivos. En El Estrecho conviven militares y policías con pobladores peruanos y colombianos, y la duda se materializa en permanentes cruces de miradas: aquí no hay cómo saber quién es qué.


PUNTO DE (DES)ENCUENTRO
El Estrecho es la capital del distrito de Putumayo, que pertenece a la provincia de Maynas. Hasta este punto solo se llega por río —desde Iquitos el viaje tarda 20 días— o por aire, en los vuelos cívicos de cada fin de mes. Opera en el lugar un hidroavión privado, pero solo para aquellos que pueden pagar el pasaje.


Uno pisa El Estrecho y lo primero que llama la atención es que los locales más grandes de este pequeño pueblo pertenecen a tres grupos políticos: el Partido Nacionalista, Acción Popular y Fuerza Loretana. Cuentan los pobladores que a veces los mítines se realizan a la misma hora, uno junto al otro.


Además de la distancia, otro problema que soporta este pueblo es la cercanía de las FARC. Si bien las columnas terroristas evitan abrir otro frente con militares peruanos, lo cierto es que los puestos de vigilancia fronterizos resultan apetecibles desde un punto de vista logístico. Y antecedentes hay por montones. En noviembre del año 2000 la policía de El Estrecho detuvo al colombiano Lurio Magnolio Giduyima Bautista por no portar documentos. La sorpresa llegó cuando se encontró en su poder croquis detallados de varias bases militares y policiales peruanas en la frontera. El propósito de Giduyima era atacar algunas de estas bases en la Navidad de ese año para robar armas y municiones.


VISITANTES INDESEABLES
En los últimos años no se reportaron incidentes con este grupo terrorista. Los narcotraficantes colombianos, en cambio, sí se han mantenido en la zona. “Quizá no puede evitarse que (los narcos) ingresen al Perú, lo que hay que evitar es que se queden”, reconoce y alerta el vicealmirante Tejada. Él sostiene que actualmente en la región se cultivan unas mil hectáreas de hoja de coca. Para el Gobierno Regional de Loreto, existen más de 3 mil hectáreas sembradas.


Uno de los sectores preferidos por los narcos colombianos es Huapapa, localidad ubicada a poco más de 400 kilómetros de El Estrecho. La actividad ilegal en este caserío no es reciente; de hecho, en el 2001 se reportaron incursiones de “Tiberio”, uno de los cabecillas de las FARC en esta zona durante aquella época.


Por cuestiones logísticas, para los traficantes de drogas El Estrecho sigue siendo un lugar de tránsito obligatorio. Este Diario quiso hablar de ello con el alcalde, Adilio Cárdenas, pero se encontraba en Iquitos. Tampoco estaban sus regidores ni el gerente municipal. Una secretaria no supo responder cuándo regresaría alguno de ellos.


TRAFICAN CON EL MIEDO
La sensación de nerviosismo que se vive en El Estrecho es cotidiana. Del lado peruano, los militares y policías destacados en este punto no pueden controlar el ingreso de colombianos. Muchos de estos últimos —se presume— se dedican a la minería informal de oro pero, según fuentes militares, son en realidad narcotraficantes. “Lo peor llega de noche”, explica un oficial de la Marina que presta servicio en la zona. “Algunos colombianos, quizá por desafiar nuestra autoridad, arman fiestas en los billares y reúnen a gente muy extraña”, advierte.


El temor está focalizado. Y no siempre los narcotraficantes, como en el caso de “Javier”, ingresan al lado peruano para aliarse con los pobladores en relativos buenos términos. A veces la mafia hace las cosas a su modo: pocos días después de aquel Viernes Santo, pobladores de las localidades de Hawái, Ramón Castilla, Mario Rivera y Gamboa abandonaron sus viviendas y se desplazaron hacia donde el río los llevó. Los caseríos quedaron vacíos.


Este éxodo empezó cuando narcotraficantes armados amenazaron con incendiar los poblados si ellos no les proveían de hoja de coca. Total, ¿quién iba a impedirlo? A principios de mes fueron asesinados cuatro sujetos en la quebrada Callarú, cerca de la localidad de Dos de Mayo. Todos tenían antecedentes por tráfico de drogas, pero aquí en el Putumayo, ya se sabe, las balas llegan siempre antes que la cárcel.


LA CIFRA
1.600
Kilómetros de largo tiene la frontera entre el Perú y Colombia. El río Putumayo es la división natural entre ambos países.


PARA RECORDAR
Cita con “Tiberio”
En el año 2002, los periodistas de El Comercio Javier Ascue y Lino Chipana recorrieron durante varios días el río Putumayo hasta lograr entrevistarse con “Tiberio”, el mando militar de las FARC en la zona. “Tiberio”, hoy muerto, reconoció haber ingresado una vez al Perú y dijo que las FARC no causarían problemas a los países vecinos.


ANTECEDENTES
Veinte años atrás
En noviembre de 1989, terroristas de las FARC ingresaron al puesto de vigilancia Campuya, en el Perú, y robaron armas y municiones.


Captura en masa
En 1997 la policía capturó a 12 narcotraficantes de la banda de Mariano Cruz, “Tío Abraham”.


El año más difícil
Entre enero y mayo de 1993 las FARC atacaron cinco bases peruanas.


En riesgo
En el 2001 la policía detuvo a dos nativos en El Estrecho; portaban granadas que les habían entregado las FARC